Fran Reus: «El cuidado del entorno es muy importante no sólo en un espacio de trabajo sino también en el interior de una casa»

15 de junio de 2016

¿Cómo y cuándo surge la Galería Fran Reus?

Fue en 2003. Estudié derecho pero no era una carrera que me apasionara. Desde muy pequeño, gracias a mi padre -él ha sido un coleccionista humilde y apasionado, y siempre ha tenido mucha relación con artistas desde que era muy joven-, siempre me acuerdo de aquellos sábados por la mañana que recorríamos Palma visitando galerías y estudios de artistas. Eso, inconscientemente, se me fue metiendo en la cabeza y cuando tenía 24 años pensé: ¿por qué no intentarlo? Por entonces trabajaba en una notaría.

¿En qué tipo de arte te centras especialmente?

En los últimos años me he centrado en arte emergente en todas sus modalidades. Es decir, no es que descarte el resto de artistas más veteranos porque de hecho trabajamos muy bien con ellos, pero es una cuestión que tiene que ver más con el ámbito en el cual me muevo, donde muchos de los artistas tienen edades similares a la mía. Me encuentro muy cómodo con ellos porque tenemos más cosas en común que tal vez con artistas más experimentados. Creo que también es un hecho generacional.

Fran, ¿qué criterios has tenido en cuenta a la hora de crear tu nueva galería situada en el Passeig Mallorca de Palma?

El fundamental: necesitaba un cambio de espacio. Lo primero que busqué fueron espacios de tamaño lo suficientemente amplio como para poder desarrollar todas nuestras exposiciones. En segundo lugar, que la ubicación fuera un lugar de paso con mucha circulación de gente. Por aquí -Passeig Mallorca- transita mucha más gente que en la anterior ubicación de la galería. Y, en último lugar, que bajo ningún concepto saliera del circuito artístico. Aquí, quieras o no, estamos cerca de Es Baluart, la calle Sant Felio… Estos han sido los tres criterios básicos. Necesitaba un cambio y coincidían algunas señales que me indicaban que debía de hacerlo.

DSC_0349retocado

¿Qué importancia otorga Fran Reus al equilibrio y el diseño de sus espacios de trabajo, en relación a la calidad global del servicio que finalmente ofrece?

Es fundamental estar a gusto. Uno de los motivos por los que nos cambiarnos aquí era el entorno. Se puede apreciar aquí –señala la sala en la que tiene lugar la entrevista- la cantidad de luz natural que entra, el entorno fantástico que tenemos. Estamos en una localización muy agradable con el paseo justo aquí al lado… Dentro de la galería lo que nos interesa es encontrar un tipo de decoración que sea lo más neutra posible, pero de calidad: nosotros vendemos arte pero por muy bueno que este sea, si después el diseño o la decoración de tus espacios no van de la mano, el producto final no funciona. Al fin y al cabo, nosotros también realizamos decoración artística. A veces hay interioristas que nos piden hacer la decoración de una casa o un piso piloto. Uno de los últimos ejemplos fue curioso: un interiorista nos propuso los muebles y nosotros aportamos los cuadros, un hecho que normalmente se suele hacer al revés. Este cuidado del entorno es muy importante no sólo en un espacio de trabajo sino también, como no, en el interior de una casa. Al final, estás conviviendo con obras de arte: tienes que poder llegar a tu casa o a tu lugar de trabajo y tener ganas de quedarte. Si este lugar fuera oscuro, cerrado, sin luz te encontrarías a disgusto porque todo eso influye en el estado de ánimo general. Un cliente nos compró una obra que era completamente roja y sobre la cual en su día pensamos: esto, ¿a quien se lo vamos a poder vender? Pues el cliente nos relató como cada día, cuando llega a su casa, se sienta en el sofá y se pone mirar el cuadro quedándose totalmente relajado.

¿Cómo ha sido trabajar con Modelmon en la hora de llevar a cabo la decoración integral de la nueva galería?

Nos conocemos de hace muchos de años, tanto a nivel privado como en el ámbito profesional y, como siempre, ha sido un placer trabajar conjuntamente. Cuando estamos vendiendo imagen, todo aquello que es ajeno al arte se tiene que cuidar y mucho y con Modelmon eso siempre es muy fácil.

¿A cuándo se remonta su relación con la tienda y cuáles han sido los aspectos más complejos de este proyecto?

En la decoración de mi casa. Es una relación de toda la vida porque, si no voy equivocado, Modelmon diseñó los muebles de cuando mis padres se casaron. Lo más curioso es que aquella casa familiar ahora es la mía. Después de más de cuarenta años ahora la puedo volver a disfrutar.

¿Hacia donde se encaminan las tendencias actuales en el entorno de los galeristas profesionales?

Prácticamente todas las galerías de Palma tenemos una vocación de participar en ferias lejos de Mallorca, si bien casi todos nos dedicamos al arte contemporáneo en todas sus modalidades. Dentro de esto, antes de la crisis es evidente que montabas una exposición y la mitad de las obras, o un 40% si me apuras, se vendía de forma rápida. En 2009, cuando empezó la crisis de forma más fuerte, tomé una decisión: tenemos que dar un paso más en nuestra profesionalización. Desde 2010 hicimos una reforma para adaptarnos a las tendencias actuales y ser 100% profesionales. Tanto los clientes como los artistas también se han encontrado que ya no es como antes.

DSC_0334retocado ¿Qué opinas de iniciativas como la «Nit de l’Art»?

Es un acontecimiento que nace con una intención: acercar el arte contemporáneo al público en general, a la gente que tenía cierto miedo a entrar en galerías. ¿Qué ha pasado en los últimos años? Aquel propósito se ha conseguido pero lo que cuesta más es que los visitantes vuelvan los días posteriores al acontecimiento. Es decir, enganchar a un porcentaje muy pequeño de la gente que viene y que continúe viniendo, construyendo esta rutina de visitar galerías como una alternativa de ocio totalmente gratuita para pasarlo francamente bien. Pero, ¿qué ha pasado? Que se ha convertido en un acto más social que cultural, aunque ha contribuido a cambiar el modelo. Es cierto que se ha convertido en un acontecimiento más profesional por el hecho de ampliar su duración a jueves, viernes y sábado. Los primeros dos días se llevan a cabo mesas redondas en las galerías, visitas de comisarios, críticos de fuera…, y el sábado se efectúa la inauguración en general. No se trata de hacer una cosa más selectiva o exclusiva porque la gente que sólo acuda el jueves o viernes sea estrictamente profesional, pero sí que tiene el carácter social el hecho de ampliar al sábado porque normalmente supone que los interesados tendrán más facilidad para ver las exposiciones y que los profesionales puedan darlas a conocer. De hecho, tiempo atrás mucha gente dejó de asistir por la Nit de l’Art porque aun así no podía ver la exposición por la aglomeración de gente. Se tiene que llegar a un equilibrio y la tendencia es que sea así en los próximos años.

¿Qué te parece la idea de que la temporada turística se alargue en Mallorca y haya visitantes de forma
mantenida casi durando todo el año?

Es una realidad. Ya desde el mes de diciembre y enero están llegando muchos turistas. El público europeo de países como Francia, Alemania, Inglaterra etc. se hace notar mucho porque suelen tener una semana o dos de vacaciones cada pocos meses. A nosotros esto nos ayuda a tener circulación en las galerías, del mismo modo que también lo hace el hecho de poner en marcha iniciativas como Palma Brunch, que acercan a la gente a la cultura en temporada baja. Hay mucha gente que viene expresamente por este motivo, siendo el tipo de turismo que nos interesa, aquellos inquietos por la cultura y no sólo por el sol y playa, argumentos que se venden por sí solos. Palma, con su magnífico casco antiguo y su gran patrimonio arquitectónico, ofrece una alternativa turística de calidad por el hecho de estar tan cerca de cualquier capital importante de Europa. Poco a poco lo iremos consiguiendo.

Si tuviera que destacar a un joven valor artístico mallorquín, ¿quién seria?

Jóvenes hay muchos. Por ejemplo, Julià Panadès, con el cual la Galería Fran Reus está trabajando desde el año 2010 y está pisando fuerte. También están destacando mucho Bel Fullana y Albert Piña. Existe toda una nueva generación de artistas de los años 80 muy interesantes. El 80% de los artistas con los cuales trabajamos son de finales de los 70, de los 80 e, incluso, de los años 90. Tiempo atrás costaba encontrar un artista joven de suficiente calidad como para exponerlo. En nuestra galería realizamos un programa que se llama Noves Presències, patrocinado por el Consell de Mallorca, dirigido a artistas de más de 35 años que no hayan hecho ninguna exposición individual en una galería.

DSC_0337retocadoEl artista consagrado, o uno de ellos, con el que siempre supone un reto especial preparar una exposición para Fran Reus.

Trabajamos desde el principio con Luís Maraver, un artista sevillano que vive en Mallorca desde hace 50 años. Con él, los últimos proyectos más que una exposición en una galería se han enfocado a acompañarlo a exposiciones exteriores que ha hecho a Colonia o Berlín. Cuando se trata de un artista consagrado tiene más sentido asistir a actos institucionales, fuera de Mallorca, por su reconocimiento internacional.

¿En qué proyectos está trabajando actualmente y cuáles llegarán próximamente?

Estamos preparando para el mes de junio una exposición de Damià Vives, artista de Artà que vive en Barcelona. Este año, en los periodos que separan cada exposición ponemos en marcha un programa de performance, donde tenemos tres artistas ya programados con la coordinación del mallorquín Tolo Canyelles, con quien llevamos trabajando durante mucho tiempo. El primero de ellos que realizamos fue durante el mes de mayo con Pepo Salazar, un artista que el año pasado fue uno de los tres artistas seleccionados para formar parte del pabellón español en La Biennale di Venezia. Es un artista muy potente que reside a Paris.