En este 2019 han adquirido mucho protagonismo los elementos decorativos dorados, sustituyendo a un material como el cobre.
El color oro no solo ocupa un lugar destacado en metales –como griferías, lámparas, pomos o tiradores de muebles–, si no que también lo hace en detalles y complementos elaborados en otros materiales.

La combinación de estas tonalidades con espejos y cristalería aporta un toque retro a los espacios que recuerda a épocas pasadas.