Sentirse arropado y relajado es lo que todos perseguimos en la calma de nuestro hogar. Los colores fuertes y las texturas aterciopeladas presiden sus espacios.
Los tonos serenos en marrón y azul nos vinculan con nuestro lado más natural. Los vibrantes naranjas y verdes nos transmiten una energía y frescura que florece a nuestro alrededor.
La escala cromática es interminable, como también sus combinaciones a juego en todos los conjuntos de piezas: cerámica, textil, madera o metal.